14 de julio de 2011

FONTANAR EN LOS LIBROS

Título original: PERSIGUIENDO SUEÑOS
Autora: Eva Castro Outeiriño
Editorial: Hontanar
Género: Novela corta
Año: 2011
Nº páginas: 70
Persiguiendo sueños esta dividido en dos partes, la primera: “La mujer de piedra” con cuatro capítulos y la segunda: “Cambio de vida” con cinco capítulos .
“La mujer de piedra no es de piedra, ha conseguido esa fachada que utiliza como escudo tras años de desencuentros con amigos, parejas, gente de su entorno”…….
Así comienza el texto del primer libro de Eva Castro.
A través de sus páginas vamos conociendo a Lucía, una mujer algo desencantada con su vida que decide encontrar el camino que le conduzca hasta ella misma, hasta lo que realmente quiere hacer. Y esta andadura comienza el día en que compra un libro bastante peculiar y conoce a Pablo, con quien vivirá un inolvidable romance que le marcará y dará fuerzas para emprender esa aventura que desea desde hace tiempo: Escribir un libro. Y para hacerlo elige viajar a tres destinos bien distintos: Lisboa, París y Fontanar. En cada uno de ellos conocerá, no solo lugares maravillosos, sino también personas inolvidables que quedarán siempre en su corazón. En la primera parte, La protagonista, va “creciendo” y madurando durante la historia hasta encontrarnos con una Lucía mucho más madura y segura de sí misma que al principio, probablemente influenciada por las experiencias, encuentros y situaciones vividas a lo largo de sus viajes y que de algún modo les ayudarán finalmente a conseguir su sueño, su libro…..
En la segunda parte la autora describe anécdotas y situaciones de la nueva vida de Lucía, que continúa persiguiendo sueños……
El capítulo dedicado a Fontanar hace muchos guiños a personas, situaciones y lugares reales que la autora vivió durante su estancia en el pueblo, y a mí ¡cómo no! me hacen especial ilusión. He entresacado algunos trozos de texto:
“Siguiendo las instrucciones de la voz metálica que me decía cuando girar y cuando mantenerme en mi carril llegué al fin a Fontanar tras once horas de viaje. Paré el coche en la confluencia de cuatro cruces de camino, frente a un bar llamado La Palmera, allí debía recoger las llaves de la casa en la que me iba a alojar. Me recibió Tisca, la dueña del bar, saludándome efusivamente con ese desparpajo propio de los andaluces”……
“A partir del mediodía compartiría el tiempo con los demás, visitando el pueblo y los alrededores o escapándonos a realizar alguna de las múltiples actividades al aire libre que se ofrecían en la zona. Así fue como conocí realmente Fontanar y a esas bellísimas personas con las que compartí casi un mes estupendo”….
…….”Exploramos cuevas, acampamos en pleno monte, entramos en santuarios, visitamos el enorme acueducto de piedra que a pesar de tener sólo cien años nada tenía que envidiar a los antiguos acueductos romanos, recorrimos serpenteantes caminos dejando la infinitud de olivares a derecha e izquierda”…….
“Uno nunca sabe lo que puede encontrar cuando sale de viaje, yo jamás me habría podido imaginar que en tres lugares tan diferentes y tan mágicos: Lisboa, París y Fontanar, hubiese podido descubrir a personas tan extraordinarias. Tomé el último café en el bar de Tisca, y emprendí mi retorno con una sonrisa en los labios”…..

Fuente: chambarural.blogspot.com

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